La inclusión es un buen negocio

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Publicado el 01/07/21

Para muchas empresas la inclusión aún representa un dilema por parecerles un camino no conocido que les hace dudar.

Por Ulisses Cabral.

Hay quienes no se atreven todavía o que lo hacen solo por cumplir con checks. Sin embargo, hay que dejar atrás los miedos. Todas las empresas que se animaron a abrazar plenamente la integración de colaboradores con discapacidad obtuvieron experiencias positivas.

La inclusión en el mundo laboral ciertamente es lo correcto desde el punto de vista ético. Pero no se limita a eso: también genera un círculo virtuoso que redunda en numerosos beneficios para todos los colaboradores, con y sin discapacidad, así como para las propias compañías.

Las empresas que tuvieron el coraje de dar este cambio se dieron cuenta de que los colaboradores con discapacidad son ejemplares. Hablamos de personas altamente comprometidas, responsables, que hacen las tareas siempre de manera correcta. A ellos les mueven las mismas motivaciones personales y profesionales que cualquier persona: desarrollarse plenamente y ser autosuficientes.

Si esto no convence aún a los más escépticos, pues hay investigaciones concluyentes al respecto. Las organizaciones con culturas inclusivas tienen un 39 % más de satisfacción del cliente, 22 % más de productividad y 27 % más de rentabilidad.

En un artículo pasado había hablado sobre los nuevos liderazgos, especialmente en esta época de pandemia. Los nuevos líderes debemos ser más flexibles al cambio y estar abiertos a nuevos aprendizajes. En este sentido, la inclusión de personas con discapacidad favorece la incorporación de estos hábitos en el ADN de las empresas. Porque no se trata solo de políticas sino de una transformación profunda dentro de las organizaciones. Así, contratar colaboradores con discapacidad potencia los negocios, no se trata de caridad. Se trata de un cambio que nos permite alcanzar resultados excepcionales, mejorar el ambiente laboral, el clima interno y la imagen de marca.

Hay que dejar atrás los mitos de que estas personas representan una carga. Es falso: muchas veces los mejores talentos están ahí enfrente, apenas necesitan una oportunidad. Con esta sola oportunidad, estas personas son capaces de impactar en la organización entera. Debemos integrar cada vez más a personas con discapacidad. Es nuestra responsabilidad, pero también salimos ganando, con organizaciones mucho más adaptadas a estos nuevos tiempos que corren. La experiencia y las investigaciones no dejan lugar a dudas: la inclusión es un buen negocio.